Arturo Méndez Pérez
In memoriam. José Pérez González
Ha muerto Pepe Pérez, maestro y amigo, del que más aprendí de mí profesión y al que debo mucho de lo que he conseguido en esta vida, por lo que me siento profundamente conmovido y triste. Fue un profesional brillante, como pocos he conocido, y una gran persona, buena, seria, sencilla, honrada, trabajadora, modesta e integra. Una persona a la que admiré y le quise como a uno más de mí familia, sintiéndome correspondido por él.
Pepe, nació en Puntagorda, en La Palma, en mayo del 36, era el menor de los cuatro hijos de María y Ernesto, y en el mismo año que nació murió su padre sin conocerle, víctima de la Guerra Civil. Su madre, toda una heroína, con su trabajo y coraje saca adelante a sus hijos dándoles carrera universitaria en época dura de postguerra, terminando todos como docentes, catedráticos destacados en diferentes ramas.
Pepe Nakens vive su infancia en Puntagorda para mudarse a los 9 años a S/C de La Palma donde hace el bachillerato en el Instituto y posteriormente se trasladan a La Laguna para los estudios universitarios de los chicos. Él decide hacer Medicina y lo hace en Granada, donde con muchas penurias termina la carrera en 1961 con Sobresaliente en el Grado de Licenciatura, conociendo también a la que sería su futura esposa para toda su vida, Marta. También hace buenos amigos con los que mitigar fatigas, amigos hasta la muerte, como fueron Pepe Santos, Félix y Hugo Galera, Manolo Bueno, Antonio M. Valverde, entre otros. Se especializa en Pediatría y siente una gran atracción por la docencia, dando sus primeros pasos en la Cátedra del Prof. Galdós, tanto en Granada como en Pamplona.
Desencantado de estas primeras experiencias decide regresar a su tierra donde abre una consulta privada en La Laguna con gran éxito, hasta que en 1971 abre sus puertas el Hospital Universitario volviendo a despertar su vocación docente y esta vez para siempre, pues de la mano de su compañero Manuel Bueno, entonces profesor de Pediatría en la Facultad de Medicina de La Laguna, se presenta oposición tras oposición ascendiendo hasta llegar a obtener la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de Zaragoza, con el deseo y la esperanza de trasladarse a la de La Laguna, traslado que por malas pasadas que da la vida no ocurrió, desarrollando toda su brillante vida docente y asistencial en Zaragoza hasta su jubilación en el año 2007.
Pepe llegó a labrarse un nombre prestigioso en la pediatría española y sus opiniones fueron muy respetadas allá donde las diera. Llegó a conseguir un currículo excepcional que no podríamos resumir aquí, con Premio Extraordinario en el Doctorado, Médico Puericultor del Estado, Profesor Adjunto Numerario, luego Profesor Agregado de Pediatría, para terminar siendo Catedrático de Pediatría de la Facultad de Medicina de Zaragoza desde 1986, participó como ponente y moderador en congresos, simposios y reuniones en ámbitos nacionales e internacionales, se especializó en la rama de la Neonatología con una línea de investigación y una actividad científica en la misma que incluye más de 200 publicaciones en revistas nacionales e internacionales de alto nivel así como participando en monografías y libros de textos de Pediatría, ganó varios premios y distinciones y figuró en tribunales y sociedades varios y diferentes, llegando incluso a dirigir varias tesis doctorales después de haberse jubilado. Por su relación con Canarias destaco el haber ganado la Medalla Dr. Diego Guigou y Costa de la SCP y el haberse creado en dicha Sociedad el Premio de Investigación Pediátrica que lleva su propio nombre y que se concede cada año para fomentar, entre los pediatras de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, la realización de proyectos de investigación de temas de ámbito pediátrico.
Su jubilación coincide con una larga y mortal enfermedad de su mujer que le deja viviendo en soledad unos años en Zaragoza, hasta que decide venirse a sus Islas Canarias para vivir sus últimos años con sus hijas, entre Tenerife y Fuerteventura donde viven, rodeado de mucho cariño y un montón de nietos y bisnietos.
La muerte le sorprende repentinamente, a los 87 años, en Fuerteventura, produciéndonos un dolor inmenso a quienes lo queríamos de verdad y que siempre le tendremos presente en nuestros corazones y en nuestra memoria.
Mi gratitud, amor y respeto, querido Pepe. DEP.