Víctor Pérez Candela.
Diagnóstico por Imagen. Hospital San Roque. Las Palmas de Gran Canaria
Frederic N. Silverman fue uno de los padres fundadores de la radiología pediátrica a quien tuve el honor de conocer en un curso de radiología en Barcelona en 1976 y consultarle algún caso de displasia ósea e incluso presentarle un caso en una sesión de presentación de casos en Valencia el mismo año, además de coincidir en Congresos de la Sociedad Europea de Radiología Pediátrica.
Fred Silverman fue el primer radiólogo en alertar a la comunidad médica y al público sobre el uso de la radiología para detectar el maltrato infantil, en su publicación “The Roentgen manifestations of unrecognized skeletal trauma in infants” en el American Journal of Radiology en 1953, definiendo que el trauma infligido se debía a lo que ahora se conoce como abuso infantil.
Como resultado de sus estudios y hallazgos posteriores, en mitad de los años 60, todos los estados de Norte América redactaron leyes que obligaban a denunciar los casos de maltrato infantil y protección legal para los médicos denunciantes.
Su siguiente trabajo publicado en JAMA en 1962, como coautor del Pediatra Henry Kempe “The battered child syndome” y su relación con su maestro el Dr. Caffey, que describió hallazgos radiológicos que no relacionó inicialmente con maltrato, ha dado lugar a que se atribuyan a Kempe y a Caffey el síndrome del maltrato infantil, cuando Silverman fue el primero en darse cuenta de que las alteraciones detectadas en el estudio radiológico, estaban producidas por un trauma no accidental, maltrato o abuso infantil.
Silverman nació en Siracusa (Nueva York) el 6 de junio de 1914 y falleció en Palo Alto (California) el 15 de marzo del 2006 a los 91 años
Se graduó en la Escuela de Medicina de la Universidad de Syracuse (NY) en 1939. Hizo un internado de pediatría en la Universidad de Yale en New Haven (Connecticut) en 1940 y en el Johns Hopkins en Baltimore (Maryland) en 1941. Se interrumpió su formación para acudir al Pacífico Sur con el cuerpo médico de la Armada de US (ataque el 7 de diciembre de 1941 por la Armada Imperial Japonesa contra la base naval de los Estados Unidos en Pearl Harbor en Hawai).
En 1945 vuelve al Babies Hospital de la Columbia Presbyterian Medical Center (NY City) para entrenarse en patología, pero conoce al Dr. John Caffey y se pasa a la radiología, donde hizo sus grandes contribuciones al diagnóstico radiológico pediátrico. Se convierte en Asociado Junior del Dr. Caffey que le estimula su interés por las anomalías esqueléticas y las alteraciones metabólicas.
En 1947 es nombrado Director de la División de Radiología en el Children´s Hospital de Cincinnati (Ohio) donde permaneció hasta 1975. Casualmente, el responsable de radiología del hospital de adultos era el famoso Benjamín Felson, el gran experto en radiología torácica cuyo libro “Chest Roentgenology” (Saunders, 1973) fue traducido al español por este autor, junto con Álvaro Lanuza Cabarga y Luis García Marrero, ambos radiólogos del Hospital la Fe donde trabajábamos juntos y publicado como “Felson. Radiología Torácica” (Científico-Médica, 1977), con una segunda edición en 1978. Se convirtió “El Felson” en la biblia de la radiología torácica de entonces. Coincidieron en Cincinnati dos grandes de la radiología, Felson en adultos y Silverman en pediatría.
Uno de los radiólogos que hicieron la residencia de radiología pediátrica con Silverman desde 1966 a 1971 en Cincinnati, fue mi amigo el radiólogo pediátrico de Barcelona Javier Lucaya Layret al que conocí cuando volvió como Jefe de Radiología al Hospital Infantil de la entonces Ciudad Sanitaria “Francisco Franco”, actual “Valle Hebrón” de Barcelona en 1974. Él me presentó a Silverman cuando vino a Barcelona en mayo de 1976 a dar un Curso Internacional de Radiodiagnóstico junto con Benjamín Felson (figura1).
Conseguimos que Felson y Silverman vinieran a Valencia para una sesión de presentación de casos en la Ciudad Sanitaria “La Fe”. Yo le presenté a Silverman el caso de un niño de ocho años que había acudido a la Urgencia del Hospital Infantil en la época de Fallas (19 de marzo), aquejado de una quemadura al manejar un artilugio pirotécnico. En un estudio radiológico de tórax presentaba una lesión lítica en una costilla. Cuando intentaba Silverman encontrar la causa y al ver que tardaba un poco, Felson que estaba sentado, le dice “Fred, estamos en España y aquí hay tuberculosis”.
Efectivamente, el “zorro” de Felson, con gran experiencia y perspicacia, estaba en lo cierto. La lesión no tenía nada que ver con la causa por la que se presentó el niño. Era un hallazgo casual.
En 1976 se traslada al Centro Médico de la Universidad de Stanford (California) como profesor emérito, concentrándose en la enseñanza y en escribir trabajos.
Después de la muerte del Dr. Caffey, se convirtió en Editor Senior del famoso libro “Pediatric X-Ray Diagnosis” publicado por primera vez en 1945, incorporando en ediciones sucesivas a otros radiologos pediátricos. Así, en la 6ª edición publicada en 1973 se suman Fred Silverman (Cincinnati), David Baker y Walter Berdon (Babies Hospital NY City), John Dorst (Baltimore), Bertram Girdany (Pittsburgh), Fred Lee (Los Angeles) y Charles Shopfner (Alabama), todos discípulos suyos.
En 1972 estuve dos meses en el Babies Hospital de NY City, con la idea de que el Servicio de Radiología Pediátrica del Dr. Caffey sería muy grande y con muchos equipos. No pude conocer al Dr. Caffey porque estaba jubilado. En su lugar estaban los radiólogos pediátricos David Baker, que hacía las funciones administrativas de jefe, y Walter Berdon, que se encargaba de informar los estudios radiológicos, con el que estuve los dos meses aprendiendo mucho.
Berdon me sorprendió su forma de interpretar la radiología pediátrica y de él aprendí que lo importante son las personas no las máquinas; con equipos sencillos, Berdon hacía unos diagnósticos muy brillantes con estudios radiológicos convencionales, sin y con contrastes. En aquella época no había ecografía, ni tomografía computarizada y mucho menos resonancia magnética, pero sí había angiografías. Yo venía del Hospital Infantil La Fe, donde hacía las angiografías de los niños con el sistema clásico de puncionar la arteria femoral y mediante el cateterismo con el método de Seldinger. Éste, consistía en implantar una guía metálica a través de la aguja de punción y tras retirar esta última, se introducía un catéter que previamente habíamos moldeado en función del área a explorar, dándoles la forma adecuada al extremo del mismo; se retiraba la guía metálica y se inyectaba el contraste. Generalmente, se empleaba en los casos de tumores. Al ver que no me enseñaba ningún caso de angiografía, le pregunté si no hacían angiografías en ese servicio, a lo que me contestó que para qué servía la angiografía en niños, ya que no se podían diferenciar los vasos malformados tumorales de los congénitos. Además, se había comprobado que dada la mayor contractilidad de las arterias pediátricas, se producía un espasmo en la arteria femoral puncionada que en algunos casos se mantenía y daba lugar a un menor crecimiento de dicha pierna y asimetría entre las extremidades inferiores. Cuando volví a Valencia, reduje mucho los estudios angiográficos.
El Dr. Silverman fue uno de los padres fundadores de la Sociedad Americana de Radiologia Pediatrica (SPR The Society for Pediatric Radiology) (www.pedrad.org) y participó en las Reuniones Anuales de la Sociedad Europea de Radiología Pediátrica (www.espr.org). Fue socio de honor de ambas y recibió múltiples reconocimientos de numerosas universidades y sociedades científicas.
El 1994 coincidimos en el 28 Congreso de la Sociedad Europea de Radiología Pediátrica celebrado en Bruselas (Bélgica). Fue la última vez que vi a Fred Silverman (figura 2). Doce años después fallecería en su residencia de Palo Alto (California) donde se había retirado.
Siempre que hablabas con él, era una persona muy amable, que se interesaba por todo lo que le comentabas o preguntabas respecto a casos de displasias óseas.
Silverman es autor o coautor de más de 160 publicaciones en revistas y libros de texto con una amplia variedad de tópicos pediátricos, con énfasis en las alteraciones esqueléticas pediátricas y síndromes/enfermedades genéticas.
En 1972 con motivo de su conferencia en la Universidad de Tel Aviv en honor del médico radiólogo Leo Rigler, “Unrecognized trauma in infants, the battered child syndrome, and the syndrome of Ambroise Tardieu”, hace un repaso histórico recopilatorio y detallado” de las diversas descripciones de lesiones traumáticas en niños que pueden considerarse casos de maltrato o abuso infantil y sus autores, con múltiples imágenes radiológicas1.
Otras entidades contribuidas por Silverman son:
“Sindrome de Currarino-Silverman”. Una anormalidad del esternón caracterizada por el cierre prematuro de sus suturas y una deformidad del tórax en forma de “quilla” o de “pichón”, asociado frecuentemente con cardiopatía congénita. Afecta a ambos sexos y comienza en la infancia. Herencia autosómica dominante2.
“Enfermedad de Caffey-Silverman”. Hiperostosis cortical infantil. Mandíbula, clavícula y costillas son los huesos más afectados3.
“Sindrome de Silverman”. Sinónimos: Síndrome del niño golpeado, síndrome del niño maltratado. Síndrome de Caffey-Kempe, síndrome de Ambroise Tardieu4
“Síndrome de Robinow-Silverman-Smith”. Múltiples anomalías congénitas, incluidas una facies “fetal”, enanismo mesomélico e hipoplasia genital5.
“Síndrome Silverman-Handmaker”. Es la forma severa de la displasia dissegmentaria, que tiene una formas leve conocida como Síndrome de Rolland-Desbuquois y, otra severa, el síndrome de Silverman-Handmaker6,7.
Paul Kleinman y colegas han contribuido extensamente a entender la fisiopatología y mecanismos de lesión en el niño con abuso físico8. De todas las lesiones observadas, ninguna es más específica que la fractura metafisaria y, virtualmente, patognomónica de abuso.
En Las Palmas de Gran Canaria, J Calvo Rosales (+) y su hijo JR Calvo Fernández escribieron un libro sobre el maltrato infantil, para el que estaban muy sensibilizados, con la colaboración de R Trujillo Armas, JM Henríquez Esquiroz y S Gonzalez-Jaraba Lorenzo (+), donde describieron tanto los aspectos médicos, como sociales y legales, incluyendo 23 niños de la Junta Provincial de Protección de Menores de Las Palmas y ocho casos de niños maltratados asistidos en el Hospital MaternoInfantil9.
Bibliografía
- Silverman FN. Unrecognized trauma in infants, the battered child syndrome, and the syndrome of Ambroise Tardieu. Radiology 1972; 104:337-353
- Currarino G, Silverman FN. Premature obliteration of the sternal sutures and pigeon breast deformity. Radiology 1958; 70:532-540
- Caffey J, Silverman FN. Infantil cortical hyperostosis: Preliminary report on a new syndrome, AJR 1945; 54:1
- Silverman FN. The roentgen manifestations of unrecognized skeletal trauma in infants. Am J Roentgenol Radium Ther Nucl Med 1953; 69:413-427
- Robinow M, Silverman FN, Smith HD. A newly recognized dwarfing syndrome. Am J Dis Child 1969; 117:645-651
- Silverman FN. Forms of dysostotic dwarfism of uncertain classification. Ann Radiol 1969; 12:1005
- Handmaker SD, Campbell JA, Robinson LD, Chinwah O, Gorlin RJ. Dysssegmental dwarfism. A new syndrome of lethal dwarfism. Birth Defects Orig Artic Ser 1977; 13:79-90
- Kleinman PK, Marks SC, Blackbourne B. The metaphyseal lesion in abused infants: a radiologic-histopathologic study. AJR 1986; 146:895-905
- Calvo Rosales J, Calvo Fernández JR. El niño maltratado. Ediciones CEA 1986