El cannabis es hoy, sin duda, la droga ilegal más consumida entre los jóvenes en España. Según datos recientes, 1 de cada 5 estudiantes de entre 14 y 18 años ha consumido cannabis en el último año. Además, el 92,3 % de las admisiones a tratamiento por consumo de sustancias ilegales están relacionadas con esta droga, y aparece en más de la mitad de las urgencias por drogas en adolescentes.

Estos datos colocan a España por encima de la media europea en el consumo juvenil de cannabis, lo que nos obliga a reflexionar y, sobre todo, a actuar.

Efectos a corto y largo plazo

El consumo de cannabis tiene consecuencias reales y peligrosas. A corto plazo puede provocar alteración de la percepción del tiempo, ansiedad, problemas para dormir, aislamiento social, ataques de pánico, despersonalización e incluso tendencias suicidas.

Pero los efectos más preocupantes aparecen con el consumo prolongado en la adolescencia: deficiencias cognitivas (problemas de memoria y atención), aparición de trastornos psiquiátricos como ansiedad, depresión y psicosis, peores resultados educativos, mayor riesgo de dependencia, desempleo y accidentes de tráfico.

Entendiendo el lenguaje y las formas de consumo

Es fundamental que padres y cuidadores conozcan los términos que usan los jóvenes: marihuana, hierba, porro, mota, hachís… así como las formas de consumo: fumar, vapear, ingerir en comestibles, dabbing (concentrados).
Saber de qué se habla es el primer paso para poder intervenir.

El papel de las familias

Aunque muchos jóvenes consumen cannabis, la mayoría no lo hace. Las familias tienen un papel crucial en la prevención. ¿Cómo pueden ayudar los padres?

  • Hablar abiertamente con sus hijos sobre los efectos y riesgos reales del cannabis.

  • Ayudarles a buscar apoyo profesional si ya existe consumo o dependencia.

  • Asegurarse de que no realicen actividades peligrosas (como conducir) bajo los efectos de la droga.

  • Consultar al pediatra siempre que lo consideren necesario: los profesionales de la salud están ahí para orientar y acompañar.

La prevención empieza en casa

Proteger a los adolescentes del consumo de cannabis no es solo cuestión de normas y prohibiciones: es cuestión de diálogo, información y acompañamiento. Como sociedad, debemos construir entornos seguros, responsables y atentos al bienestar físico y emocional de nuestros jóvenes.

En la Sociedad Canaria de Pediatría de Santa Cruz de Tenerife trabajamos para informar, educar y apoyar a las familias en esta tarea. Porque cuidar la salud de la infancia y la adolescencia es cuidar el futuro.