En el Día de la Pediatría 2024, la Asociación Española de Pediatría (AEP) lanza un llamamiento urgente para enfrentar uno de los desafíos sanitarios más grandes de nuestro tiempo: la salud mental infantil y adolescente. Bajo el lema “Pediatría y salud mental: construyendo futuros saludables”, se busca concienciar sobre la importancia de un enfoque integral y especializado ante una problemática que ha crecido alarmantemente en los últimos años.

El impacto de la pandemia y la escalada de los trastornos mentales

Los efectos de la pandemia de COVID-19 han agravado una situación que ya era preocupante. En la actualidad, las tasas de trastornos mentales en niños y adolescentes han aumentado hasta un 47%, con un incremento en casos de ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y conductas autolesivas o suicidas. Los pediatras, como profesionales de la primera línea de atención, deben desempeñar un papel crucial en la prevención, detección y tratamiento de estas afecciones, pero necesitan recursos y formación adecuada para hacerlo.

Un aumento alarmante de trastornos en las consultas pediátricas

El deterioro de la salud mental en niños y adolescentes no solo provoca sufrimiento emocional en los menores, sino que afecta su desarrollo y bienestar a largo plazo. Los pediatras somos los primeros en observar estas señales, pero a menudo no contamos con la infraestructura necesaria para manejar la creciente demanda. Es fundamental que se implementen programas de prevención desde la atención primaria, con protocolos de cribado en edades clave y estrategias de intervención temprana en centros de salud y escuelas.

La escasez de profesionales especializados

El aumento de casos ha superado con creces la capacidad actual de los servicios de salud mental. Muchos pediatras no cuentan con la formación adecuada para manejar trastornos mentales complejos y, además, la escasez de psiquiatras infantiles y psicólogos clínicos en los centros hospitalarios y ambulatorios agrava la situación. Es urgente reforzar la formación de los pediatras en salud mental, asegurando que los residentes en pediatría roten en servicios de psiquiatría infantil y que los profesionales en activo tengan acceso a formación continuada en este campo.

La necesidad de un enfoque multidisciplinar

Para abordar de manera efectiva la crisis de salud mental, es imprescindible un enfoque multidisciplinar que involucre a psiquiatras, psicólogos, pediatras, enfermeras, trabajadores sociales y educadores. Solo con la colaboración entre estos profesionales se puede garantizar una atención integral y personalizada a cada paciente. Es fundamental la creación de equipos multidisciplinares en los centros de atención primaria, donde los pediatras puedan trabajar de manera coordinada con otros especialistas.

La gravedad de los casos: la importancia de la detección precoz

Uno de los aspectos más preocupantes de esta crisis es la gravedad creciente de los casos. Los menores están llegando a los hospitales en situaciones más críticas que nunca, lo que refleja que la intervención está ocurriendo demasiado tarde. Se ha observado un incremento en las hospitalizaciones e ingresos en unidades psiquiátricas infantiles, lo que pone de manifiesto la necesidad de mejorar la detección precoz y la intervención temprana. También es crucial aumentar los recursos hospitalarios y desarrollar programas de hospitalización de día y atención domiciliaria para reducir la presión sobre los hospitales y proporcionar un tratamiento adecuado.

El papel fundamental de las familias

No podemos olvidar la importancia de las familias en el bienestar mental de los niños. A menudo, los padres carecen de las herramientas necesarias para identificar y manejar los problemas de salud mental en el hogar. Es vital establecer programas de apoyo que proporcionen orientación a las familias, en colaboración con el ámbito educativo y social, para que puedan detectar signos tempranos y actuar a tiempo.

La necesidad de reconocer las especialidades pediátricas

El reciente reconocimiento de la Psiquiatría Infantil y Adolescente como especialidad es un avance importante, pero insuficiente para enfrentar los retos actuales. Muchas consultas de especialidades pediátricas en España aún no cuentan con un reconocimiento oficial, lo que limita la formación de los profesionales y la asignación adecuada de recursos. Es imprescindible que se reconozcan formalmente todas las especialidades pediátricas, como urgencias, neurología o endocrinología, para mejorar la calidad de la atención y garantizar que todos los menores reciban el tratamiento adecuado según sus necesidades.

Construyendo un futuro saludable

La salud mental de los niños y adolescentes debe ser una prioridad para toda la sociedad. Proteger su bienestar psicológico es esencial para garantizar un futuro saludable para las próximas generaciones. Hacemos un llamado a las autoridades sanitarias, educativas y sociales para que proporcionen los recursos necesarios y apoyen esta causa. Juntos, podemos construir un futuro más saludable para nuestros niños y adolescentes, tanto física como mentalmente.

Porque construir futuros saludables depende de todos.