Cada 21 de marzo se celebra el Día Internacional del Síndrome de Down, una fecha proclamada por la ONU desde 2006 con el objetivo de generar una mayor conciencia pública sobre esta condición genética. Desde la Sociedad Canaria de Pediatría queremos contribuir a esta causa recordando la dignidad, la valía y la inclusión de las personas con síndrome de Down, así como la importancia del acompañamiento pediátrico desde el nacimiento. Como gesto simbólico, la ONU propone usar calcetines de colores brillantes para visibilizar esta realidad.

1. ¿Qué es el síndrome de Down? El síndrome de Down es una alteración genética provocada por la presencia de un cromosoma extra (trisomía del par 21), que da lugar a una serie de características físicas y a discapacidad intelectual en distintos grados. Solo en el 1% de los casos es hereditario.

2. Características comunes:

  • Rasgos físicos como ojos almendrados, nariz aplanada, cuello corto o una sola línea en la palma de la mano.
  • Hipotonía muscular (bajo tono) en la infancia.
  • Retraso en el desarrollo psicomotor y del lenguaje.
  • Posibles anomalías internas: cardiopatías congénitas, problemas gastrointestinales, apneas del sueño, hipotiroidismo, entre otras.
  • En algunos casos, predisposición a enfermedades como leucemia, autismo, TDAH o Alzheimer precoz.

3. El papel del pediatra en el seguimiento y cuidado Desde el nacimiento, el pediatra cumple una función clave en la detección precoz de las posibles afecciones asociadas. Es fundamental:

  • Realizar ecocardiogramas en recién nacidos.
  • Monitorizar la audición, visión y función tiroidea.
  • Evaluar el desarrollo cognitivo y conductual de manera regular.
  • Acompañar a la familia con orientación, apoyo emocional y acceso a recursos.

4. Estimulación temprana y apoyo familiar La estimulación desde los primeros meses mejora el desarrollo motor, cognitivo y social. Las terapias de lenguaje, fisioterapia y logopedia, así como el acceso a profesionales especializados, son herramientas fundamentales. También lo es el apoyo a las familias, que requieren información clara y recursos para acompañar a sus hijos en su crecimiento.

5. Un llamado a la inclusión y al respeto Actualmente, el 80% de las personas adultas con síndrome de Down superan los 50 años, lo que demuestra los avances en salud y calidad de vida. La inclusión educativa, laboral y social es un derecho y una meta común. Las personas con síndrome de Down tienen mucho que aportar, y como sociedad debemos asegurar que puedan hacerlo con plenitud.

Conclusión: El 21 de marzo no solo es un día de visibilización, sino también una oportunidad para reafirmar nuestro compromiso como profesionales de la salud con la equidad, el respeto y la atención integral a todos los niños y niñas con síndrome de Down. Desde la Sociedad Canaria de Pediatría, seguiremos trabajando por una infancia diversa, respetada y feliz.